Te llamas Moa y no estás en tu mejor momento. Vives en una casa okupa, pasas demasiadas horas pegada a la pantalla del móvil y estás a punto de tirar la toalla. Un día, en mitad de una crisis vital, haces match con un famosillo de la tele. Problema: el pavo tiene 53 años y es majo, pero tú no has cumplido ni 24. Te dice que quiere ser tu mecenas, ayudarte, y que desde luego no tienes que acostarte con él. No tienes ni idea de lo que es un mecenas, claro, tú solo controlas de ataques de pánico.
Reseña de la editorial