Tam, Tim y Tom…
¡un desastre de hermanos son!
El pequeño se levantaba temprano y pasaba las mañanas trabajando en el bosque; el mediano se levantaba más tarde y solo cuidaba del huerto y las gallinas; el mayor dormía hasta que el cuerpo decía basta y solo se levantaba para encender el fuego y jugar…
Reseña de la editorial