Un niño y su perro se disponen a ver una ballena. Un álbum de ritmo tranquilo, pausado, que nos invita a plantearnos qué tenemos que hacer y qué debemos evitar para conseguir nuestro propósito.
La ilustración – grabados de linóleo y lápiz, de Erin E. Stead, a la que ya conocemos por Un día diferente para el Sr. Amos- tiene una sintonía total con el texto. Es muy sencillas, clásicas y delicada, y nos va mostrando, acompañada del texto, tanto aquello que nos distraerá en el camino, como aquello en lo que debemos fijar nuestra atención. Un poético libro que es una delicia.
“Si quieres ver una ballena,, necesitarás una ventana/
Y un océano/
Y tiempo para esperar…”
Reseña de la librería
Un apacible y sutil álbum ilustrado sobre un niño que quiere ver a una ballena. Para lograr su objetivo debe resistir muchas deliciosas distracciones que intentan alejarlo de su meta. Muy pronto, los lectores descubrimos que el verdadero sentido del libro no se encuentra sólo en la esquiva ballena, sino en las inquietantes distracciones: rosas, barcos, pelícanos y nubes. Si quieres ver una ballena, nos advierte la narradora, necesitarás una silla no demasiado cómoda y una manta no demasiado acogedora porque los ojos somnolientos no son buenos para ver ballenas
Reseña de la editorial