Manuel, un hombre que cada tarde se sienta en un banco de la plaza con su caテアa para esperar a que piquen los salmones, recibe un dテュa la compaテアテュa de otras personas que tambiテゥn acuden con sus particulares deseos: la seテアora Margarita, que trata de cazar nubes, Serafテュn, el cartero del barrio, que quiere atrapar hermosas palabras para embellecer las cartas que lleva en su saca, Pedro, que pretende observar aves propias de climas tropicales... Cada uno de ellos aporta algo al grupo y todos disfrutarテ。n del placer de hacerse compaテアテュa una tarde tras otra.
Reseテアa de la editorial