En la selva de Taimán vivía una gran familia de monos. Todos tenían un tiempo para trabajar y un tiempo para divertirse. Pero cuando llegaba el tiempo de divertirse, Mugán se quedaba sentado encima de una rama pensativo, mientras sus compañeros saltaban, jugaban o se bañaban en el río.
Un cuento sobre la tristeza.
Reseña de la editorial