En cuanto cae la tarde y acaba el estudio, los chicos se reúnen en la calle Pàl. Es su calle, un lugar con normas propias, que requieren compromiso y dedicación. Sus principios se verán cuestionados cuando la temible banda del Jardín Botánico pretenda apoderarse de su territorio. Y así, el espacio de juego donde los niños invierten toda su energía se transforma en una escuela en la que aprenden a afrontar la realidad de la vida.
Reseña de la editorial